lunes, 3 de mayo de 2021

PROGRAMA DE ENTRENAMIENTO EN OBSERVACIÓN DIRECTA EN EL CENTRO PARA PROFESORES - DETECCIÓN DEL ACOSO ESCOLAR

 

Este post está dirigido sobre todo a profesores/as en general que quieran saber más sobre cómo detectar casos de acoso y realizar una buena observación en el aula para detectar posibles acosadores y víctimas. También puede resultarte útil si eres un orientador o un director que quiere plantear un proyecto para el centro o una formación para sus docentes, ¡aquí encontrarás todas las claves!

El I Estudio sobre la percepción de la sociedad española sobre el acoso escolar, en colaboración con la firma Totto, ha revelado resultados preocupantes en relación con la formación de los docentes en materia de detección y tratamiento de los casos de bullying. Una de las conclusiones principales del estudio es que sólo 2 de cada 10 profesores se sienten preparados para resolver situaciones de acoso. «No es que los docentes quieran mirar para otro lado. Es que hay falta de formación». Esto ha explicado una de las profesoras del estudio, Cabestany, quien argumenta que en la carrera nadie forma a los futuros docentes en el tratamiento de esta problemática, de ahí su falta de capacidad de actuación. En la actualidad, el bullying y ciberbullying es una problemática silenciada. En España, 1 de cada 5 niños escolarizados son víctimas del acoso. Por otra parte, otro dato preocupante es que solo el 15% de las víctimas se atreven a contárselo a familiares y profesores. 

Por este motivo, es fundamental que los docentes reciban una buena formación en este aspecto desde las carreras universitarias y enseñarles herramientas en las escuelas si es que no disponen de una adecuada formación universitaria. Lo cierto es que los docentes deben ser entrenados para saber mirar, y así ver. 

 

En primer lugar, es muy importante diferenciar los conflictos entre iguales del acoso escolar. Para que los casos sean considerados bullying y no conflictos entre iguales deben cumplirse simultáneamente tres criterios:

  1. Un desequilibrio de poder, ya sea a nivel físico, psicológico o social. 

  2. Debe existir intencionalidad de hacer daño. Además, el acoso no se trata de situaciones aisladas sino que tienden a repetirse en el tiempo lo que implica que la víctima sea blanco de futuros ataques.

  3. Se maltrata a las personas que piensan tienen un menor grado de indefensión, los menos fuertes. 

El acoso en el centro escolar no suele producirse cuando el docente está presente, por lo que no siempre es fácil detectarlo. Por ello es muy importante que estés alerta a lo que sucede en las zonas comunes como el patio, los pasillos o en las actividades extraescolares porque es probable que el acoso suceda en esos momentos. 

También es fundamental observar a tus alumnos, detectar marcas de peleas pero también cambios de actitud. Si un alumno/a comparte contigo algún conflicto, no debemos quitarle importancia. Es importante que respetes su confianza y no lo comentes públicamente, pero toma nota y haz un seguimiento para comprobar si se trata de un problema real y reiterado o es un enfrentamiento puntual. 

Otras señales que podemos atender para detectar casos de acoso entre iguales son cambios en la manera de comunicarse cuando el profesor/a está presente, observar a los niños que quedan aislados con frecuencia, las pintadas en el baño, rendimiento escolar, los rumores que lleguen a tus oídos, la forma en que se tratan, entre otros aspectos. 

Así mismo, debemos estar atentos/as a aquellos niños/as que manifiestan tristeza, miedos o dolores inexplicables, que falte a las actividades o descubramos que nunca es invitado a fiestas o salidas. También, al alumnado que no quiera participar en actividades en grupos que antes sí hacía, de los que se hacen bromas habitualmente, de los alumnos/as cuyos compañeros se burlan o se rían cuando interviene, el que deje de participar activamente o se quede sin compañeros en las actividades de grupo. 

Si aparece con golpes y da explicaciones vagas, siempre hay que investigar qué sucede, pues, puede haber una situación de violencia. 

La escasa o nula sociabilidad con otros compañeros también son signos a los que hay que atender. No se trata de vigilar a los niños tímidos o de los que sean más exquisitos a la hora de seleccionar sus amigos, sino de aquellos que son apartados del grupo o se autoexcluyen de todo.

Los niños que son “diferentes” o se comportan de forma diferente necesitan especial atención, pero sin dejar de observar a todos y teniendo en cuenta que, si hay una situación de acoso, cuanto antes se intervenga menores serán las secuelas. Es importante tener en cuenta que los observadores y los agresores también van a necesitar ayuda para reconducir su comportamiento.


En resumen, los docentes debemos estar atentos a los aspectos anteriores y a otros síntomas, tales como: 

  • Depresión

  • Ansiedad

  • Falta de apetito

  • Irritabilidad

  • Cambios de humor

  • Falta de ganas de ir al colegio

  • Aislamiento social

  • Problemas de memoria y de concentración

  • Problemas psicosomáticos: el niño se siente mal (dolor de tripa, garganta...) y falta al colegio

  • Nerviosismo

  • Pesimismo

  • Palpitaciones

  • Inseguridad

  • Evitación y negación de la situación


A continuación, se propone una breve línea de actuación/guía breve de consejos para profesores/as orientada en el acoso escolar, realizada por el Instituto Iñaki Piñuel: 

  • Adopten un Protocolo (oficial y validado) contra el Acoso Escolar.

  • Informe en cada aula, a comienzos de cada curso, de que no se tolerarán conductas de violencias y acoso escolar.

  • Aporte un listado de conductas no admitidas.

  • Adopte un régimen de sanciones contra las conductas de acoso. Las sanciones deben ser acordes a la gravedad de la situación y a la frecuencia con que se hayan dado.

  • Instruya a los profesores para que sancionen o amonesten las situaciones leves de violencia ocurridas durante las clases. Esto transmite un mensaje de TOLERANCIA CERO de las conductas de acoso al alumnado

  • Nunca dejen pasar una conducta de acoso por sutil que sea. 

  • Evalúe trimestralmente los niveles de violencia psicológica y física del centro con pruebas debidamente validadas. La evaluación desincentiva la violencia.

  • Cuando detecten conductas de acoso u hostigamiento recurrentes hacia un alumno ponga en marcha un Protocolo contra el Acoso Escolar debidamente validado y acreditado.

  • Evite medidas improvisadas y siga los protocolos oficiales del centro o de la comunidad en la que se encuentre. 


¡Esperamos que os haya gustado el post y que os resulte útil! La observación es un instrumento muy valioso pero, como todos, hay que saber utilizarlo. 

Docentes, ¿creéis que estáis adecuadamente entrenados para detectar casos de bullying? ¡Os leemos en comentarios!


Links de interés para obtener más información: 

https://www.educo.org/blog/Etiqueta/bullying

http://www.acosoescolar.com/consejos-a-profesores-y-orientadores/

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