Tal y como se ha comentado en post anteriores, los estudiantes que son agredidos continuamente, independientemente de su forma de reaccionar frente el acoso, experimentan una serie de consecuencias muy negativas que les marcan para toda la vida. Sin embargo, no todos los agentes que intervienen en el acoso poseen las mismas características ni reaccionan de la misma forma ante una situación de violencia escolar, siendo siempre las víctimas las más perjudicadas.
Según la forma de reaccionar y de actuar ante el acoso escolar, las víctimas de bullying se pueden clasificar en activas, pasivas y atípicas. En este post te explicamos las diferencias que hay entre estos tres tipos de víctimas.
Por lo general, las víctimas suelen presentar las siguientes características (Áviles et al., 2011):
Además, según Ortega et al., (2016), las víctimas de bullying pueden clasificarse en los siguientes tipos.
Víctima pasiva: constituyen el grupo más amplio de víctimas (85 -90% de las víctimas) y son consideradas las víctimas típicas, pues se caracterizan por estar inmersas en una situación social de aislamiento y pasividad a la hora de defenderse. Habitualmente presentan falta de habilidades sociales o dificultad para mostrarlas, son tímidos y retraídos, presentan una baja autoestima, poca asertividad, presentan síntomas depresivos, son miedosos/as, pasivos y suelen ser rechazados por el grupo. Además, en ocasiones pueden llegar a culpabilizarse a sí mismas por el continuo acoso al que están sometidas.
Víctima activa: esta categoría constituye un porcentaje bajo del total de víctimas (5 - 10% de las víctimas). Las víctimas activas son estudiantes que generan rechazo por parte de sus compañeros, pero esta vez por presentar una clara tendencia a la impulsividad y actuar sin elegir la conducta más apropiada para cada situación. Este comportamiento suscita emociones negativas en los compañeros tales como ira o irritabilidad, haciendo que los agresores seleccionen a estos alumnos como objeto de acoso. En este grupo de alumnos pueden encontrarse estudiantes con algún tipo de discapacidad o necesidad educativa especial, los cuales no pueden evitar mostrar este comportamiento. Algunas de las características que presentan las víctimas activas son: elevada necesidad de recibir atención; rechazo por el grupo y a menudo por el profesorado; en ocasiones existe una falta de afecto en el ámbito familiar; Si reciben algún tipo de agresión, reaccionan también de un modo agresivo; reclaman la atención del resto de los compañeros interrumpiendo; suelen presentar hiperactividad y/o dificultades relacionadas con el déficit de atención; y una baja competencia social y control de impulsos.
Víctima atípica: es un tipo de victimización poco común y suele darse en un porcentaje muy bajo de víctimas (1 - 2% de los casos). Ocurre cuando el agresor no es aceptado en el grupo y no existen víctimas potenciales con un perfil estereotípico, recurre a intentar victimizar al alumnado con una situación de estatus social normal en el grupo. En cuanto a sus características principales, cabe mencionar que se encuentra bien integrada con el resto de compañeros, tiene amigos e interactúa bien socialmente. No obstante, recibe conductas agresivas por parte de un agresor de su clase, quien utiliza a la víctima para mejorar su situación social y descargar su frustración. La principal diferencia entre los otros tipos de acoso es que la implicación del grupo de clase en el bullying es mínima.
Como puede observarse, cada tipo de víctima tiene características diferentes por lo que se puede intuir que el tipo de intervención no será la misma en cada caso. De todas maneras, ¡eso lo veremos en uno de los próximos posts! Esperamos que os haya gustado.
Docentes, familias, orientadores: ¿conocías la existencia de todos estos tipos de víctimas? ¡Os leemos en comentarios!
Referencias:
Ortega, J., Buelga, S., Mar, y Cava, M. J. (2016). Influencia del clima escolar y familiar en adolescentes, víctimas de ciberacoso. Comunicar, 5(46), 57 - 65.
Áviles, J. M., Irurtia, M. J., García - López, L. J. y Caballo , V. (2011). Maltrato entre iguales: Bullying . Behavioral Psychology, 19 (1), 57 - 90.
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